FIN Y ESPÍRITU DE LA FORMACIÓN

¿Para qué y cómo?
De día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia

RESPONDIENDO AL AMOR DE PREDILECCIÓN DE CRISTO

el candidato ingresa en la Orden para responder fielmente al llamamiento de Dios, al fin de la Iglesia y a las necesidades del mundo, según la peculiaridad del carisma jerónimo. Jesús nos ha llamado a seguirle trabajando por su reino en una vida orientada primordialmente a la oración, a la contemplación, y así renovar permanentemente el diálogo que le unía con su Padre en sus largas horas de oración.

Roca mía en ti confiaré

LA ORDEN DE SAN JERÓNIMO

forma parte de los “Institutos que se ordenan íntegramente a la contemplación”. A la vez nos hemos reunido en comunidad a ejemplo de la Iglesia primitiva para convivir unidos en la casa del Señor, teniendo una sola alma y un solo corazón. Por eso la formación ha de tener un carácter netamente contemplativo y cenobítico.

Abrazando y acogiendo

YA QUE ES EN LA FE DONDE SE ENCUENTRA EL FUNDAMENTO

y las premisas de una contemplación auténtica, todos los elementos de la formación deben tender a la educación de una fe viva fundada sobre la revelación, transmitida por la Sagrada Escritura, los Padres y el Magisterio.