SUJETOS DE LA FORMACIÓN

AL PRIOR

- nombrar los responsables de la formación para el mismo noviciado, velando por que tengan la competencia y las cualidades requeridas.

- admitir a los candidatos en cada nueva etapa, previa consulta a su consejo, o al capítulo.

- despedir al novicio por cualquier causa justa.

AL MAESTRO DE NOVICIOS

Ser responsable de la organización de la vida del noviciado bajo la autoridad del Prior.

- ejercer la paternidad espiritual, principio tradicional de la formación para la vida monástica.

- discernir las aptitudes: atendiendo, de modo particular, al “equilibrio del temperamento”.

- hacer un discernimiento a lo largo de la formación en el arte espiritual.

- promover la calidad de la formación fundada en una misma doctrina común a la Orden de San Jerónimo.

- despertar la responsabilidad de formarse por la docilidad al Espíritu Santo.

AL AYUDANTE DEL MAESTRO DE NOVICIOS

Ayudar al Padre Maestro en la iniciación, litúrgica.

- iniciación a la buena observancia que implica también la educación en las formas;

- distribución de los trabajos manuales, de acuerdo con los responsables;

- animación de la vida del noviciado, en particular los tiempos de recreo.

La unidad de vida, de espíritu y criterios entre el Padre Maestro y el Maestrillo es la condición para lograr una buena relación de grupo.

A LA COMUNIDAD

Parte de la formación, pues esta adquiere una gran responsabilidad al recibir a un aspirante y debe contribuir a la perseverancia de los mismos mediante el ejemplo y la caridad fraterna. Es importante que se canalicen a través del Padre Maestro todas las observaciones acerca de los formandos para que las utilice en orden al crecimiento de cada uno de ellos.